jueves, 3 de febrero de 2011

Sr. Pardeza, ¿se le ha perdido a usted algo en Concha Espina?

Por Sopenilla
Sr. Pardeza: ¿Usted recuerda si se le extravió algo en Concha Espina? Piénselo bien, repase su trayectoria. Hace casi dieciocho meses que no se le ve en ninguna presentación, no comparece apenas ante los medios, no fabrica titulares...

Sr. Pardeza, usted siempre fue un ratón, pero de biblioteca. A las concentraciones se llevaba más de un libro. Decidió doctorarse, porque algo había que hacer tras un retiro dorado en México. ¡Pero ser director deportivo!

Año y medio ya en la entidad merengue. Cuando Florentino se investía de ser superior, por todos era bendecido y a todos convencía –incluso a usted, Sr. Pardeza– diciendo: “Vuelve la ilusión”.

¿No se ha dado usted cuenta, Sr. Pardeza, de que lleva dieciocho meses sin que su criterio se haga notar, que lleva dieciocho meses a la sombra de Valdano, que su hábitat natural no está en los despachos?

Sr. Pardeza: su club tiene un presidente nominal y un general plenipotenciario. ¡Cuántas veces no habrá pensado que usted mismo no deja de ser un ministro sin cartera! Usted, que vino para ser consejero, y que ha acabado en medio de una pléyade de mandos que carecen de competencias. Está visto: ante un gobierno basado en el capricho y la chequera, no hay empatía funcional que responda.

Sr. Pardeza: piénselo bien. Podrá estar, pero no se le espera. No tuvo la culpa de formar parte de la Quinta del Buitre, pero no debió dejarse embaucar por la oratoria fácil de su amigo argentino. Usted ya sabe que sólo unos pocos, como González Ruano, son capaces de conciliar éxito y mérito. Y en su caso, como en el de su equipo, es dudoso que se pueda hablar, hoy por hoy, más allá de lo segundo. Aunque bueno, eso ya es un síntoma de mejoría con respecto a Valdano.

Sr. Pardeza. Una plantilla no gana por decreto, aunque lo digan su nombre o su coste. Ha de forjarse a partir de un modelo, una idea preconcebida, que toma cuerpo de manera equilibrada y se sostiene en algo más duradero que unos cuantos resultados inmediatos. Desista, ahora que tiene excusa. Nadie le echará en falta. Gracias a Mourinho, todos ahora sabemos que los fichajes en la casa blanca se deben, principalmente, a la labor del director general de marketing.

Sr. Pardeza: no merece la pena cambiar los pasillos de la Nacional por el palco del Bernabéu.

Así que, antes de que las hemerotecas –aparte de recoger artículos del citado Ruano– consignen otra temporada en blanco de Florentino, conjugue el verbo dimitir. Aunque fuera a destiempo, ya lo hizo en Zaragoza. A la larga, no nos gustaría descubrir que hubo algo que se le perdió en Concha Espina.

2 comentarios:

  1. "Una plantilla no gana por decreto, aunque lo digan su nombre o su coste. Ha de forjarse a partir de un modelo, una idea preconcebida, que toma cuerpo de manera equilibrada y se sostiene en algo más duradero que unos cuantos resultados inmediatos"

    En Chamartín, mientras el Ser Superior domine, esto nunca lo entenderán. Creo yo que ni entrando Wenger o cualquiera de los mejores Directores Deportivos o Secretarios Técnicos se conseguiría convencer a Sir Floren de que ésta no es la manera. Curioso tener al Barça, con todos sus éxitos, mostrando el camino, y ser incapaz de como mínimo seguir alguna de sus ideas.

    Saludos.

    Ángel.

    ResponderEliminar
  2. gracias por tu comentario, Ángel.
    en efecto, en Concha Espina, el Barça es visto como un estímulo para competir, pero no como un ejemplo a imitar.

    ResponderEliminar