miércoles, 29 de julio de 2009

No es Larsson todo lo que reluce

Por Nick Panzeri
La marca es el producto. El capitalismo ha coronado las etiquetas por encima de lo sustancial, del contenido. Pero en torno a la idealización del copyright también ha triunfado la cultura de la falsificación. No hay una gran marca sin un negocio de réplicas falsas detrás. Y Stieg Larsson se ha convertido en la más importante del universo literario.

Los tres libros de la trilogía Millenium copan la lista de los libros más vendidos en España. El escritor sueco no tiene rival desde hace semanas. O quizás sí. De ese top manta legal que genera la competencia feroz ha llegado otro Larsson (otra, exactamente) para amenazar la hegemonía del original. Larsson vs. Larsson.

La editorial Seix Barral ha sido la más lista de la clase. Debió rastrear el mercado internacional en busca de un antídoto contra el fenómeno del año y encontró el mejor: otro Larsson (Assa) que, además, escribía también novela negra.

El discreto lanzamiento de Aurora Boreal no fue impedimento para convertir este libro en sólo un mes en uno de los libros más vendidos en España. En su sexta semana ya era el cuarto en este ranking, sólo por debajo de los tres del genuino Larsson.

El previsto efecto arrastre ha superado todas las previsiones de la editorial, desbordadas por el impacto del fenómeno Millenium. Sin embargo, no es Larsson todo lo que reluce. En las librerías los dependientes aseguran que hay mucha gente que se lleva el libro por error y que hay muchas devoluciones.

¿Y qué tiene esto que ver con el deporte? Poca cosa, aunque en él también se han dado multitud de confusiones homónimas, aunque sin tanto éxito. Lo ilustra mejor que nadie Michael Jordan, actualmente jugador del Koln 99ers de la Basket Bundesliga y siempre alerta para evitar confusiones.

Cada vez que recibe algún mensaje a través de Facebook, automáticamente contesta con un: "You know i'm not the michael jordan from the bulls right?" (¿sabes que no soy el MJ de los Bulls, no?). Una vez aclarado el asunto explica que sólo quería "dejarlo claro porque la gente suele querer ser mi amigo pensando que soy el gran Jordan".

Advierte Jordan que no ha tenido la suerte de que algún equipo le quisiera fichar por su nombre, pero que sí le genera multitud de confusiones y continuas comparaciones que le han llevado a añadirse un nombre extra: ahora sólo responde por Michael-Hakim Jordan.

Pelé también tuvo un jugador homónimo en África: Abedí Pelé, pero éste sí que superó este síndrome siendo elegido como el mejor jugador africano durante tres años.

Con Kaká ya triunfando en Milán, a España llegó el otro Cacá, al que el parecido fonético con el ahora madridista sirvió para ocupar más de un titular recurrente en la prensa española y para probar en el Salamanca, donde duró sólo unos meses.

La prensa deportiva también derrochó su gracia habitual con el fichaje de Renaldo por el Depor en plena explosión de Ronaldo. El futbolista lo puso fácil. Nada más aterrizar en España, sentenció su carrera con una frase que le perseguiría siempre: "Soy como Ronaldo pero con 'e' y mejor en el mano a mano". Jugó 23 partidos, marcó cinco goles y desapareció de Coruña. Y es que pocas veces la réplica puede acercarse a un original.

martes, 21 de julio de 2009

Un patrocinio de sangre azul

Por Halftown
Si no fuera por el Florentinato parte II y el rollo bipolar que se traen Eto'o y el Barça, podría afirmarse sin mayor problema que estamos ante uno de los veranos más aburridos en lo que al mercado de fichajes se refiere. Mucho trueque, mucho préstamo, mucho apaño entre bambalinas, mucha economía de guerra. Por eso tenemos que fijarnos en las pequeñas cosas que nos hacen llevadera esta abstinencia de balón. Si hace un par de semanas hablábamos de la nueva camiseta del Floren Team, hoy nos toca hablar de la elástica de sus vecinos del sur, el Getafe de Ángel Torres.

El Geta es un club dirigido de manera inteligente pero sostenido por el dinero de varias empresas del devastado sector inmobiliario español. Ha sabido romper con una historia de miseria futbolística, y pese a tener un estadio con nombre de sainete, mantiene un modelo basado en jugadores aseados, cesiones resultonas y entrenadores hambrientos que le viene dando muy buenos resultados.

A falta de nuevos jugadores, el presidente Torres ha presentado el otro día al nuevo fichaje del Getafe para la temporada 2009-2010: el mismísimo rey de Burger King. No es la primera vez que Burger King asocia su imagen al deporte -hasta ahora lo había hecho en la siempre desapercibida liga ACB- pero desde luego fue una entrada kitsch en el mundo del fútbol.

La rueda de prensa en la que se anunció el acuerdo parecía más una fiesta de Andy Warhol que una comparecencia ante los medios. Esas camisetas de Joma hechas a base de retales. Esos jugadores con ganas de estar en cualquier parte menos allí. Ese director general de Burger King España soltando joyitas como "Estábamos predestinados a encontrarnos. Por un lado, el carácter jeta del Getafe y, por otro, la sangre azul de nuestro rey de las hamburguesas". Y tú me lo preguntas, poesía eres tú. Ya saben a lo que me refiero.

Aquí tú eres el king

Pero lo mejor, lo que convierte el patrocinio de Burger King en una verdadera novedad es que, serigrafiado en el interior de las camisetas, irá la mismísima cara del rey en cuestión. De esta manera, cada vez que Soldado fusile a un portero rival (el chiste se me escapa entre los dedos), podrá celebrarlo con la camiseta sobre la cabeza, e inmediatamente se convertirá en el rey soldado.
Si lo descubre el amigo Al Fayed, a ver cuánto tarda en estampar la cara de Dodi o de la mismísima Lady Di en la camiseta del Fulham.

Mientras tanto, ya podemos imaginarnos al castizo presidente Torres convenciendo a los jugadores para que fichen por el Geta: "Aquí tú eres el king, chaval". Anda que esta historia no va a dar juego lo de la comida basura a las hinchadas rivales. Ya me imagino a la afición de Santander, en el primer partido de liga, entonando a coro el "Casquero, ponnos un whopper".

Y la verdad es que los jugadores del Getafe pueden darse con un cantito en los dientes; podía haber sido mucho peor. Podía haberles patrocinado McDonald's. Y entre un rey y un payaso...

lunes, 13 de julio de 2009

La liga de los sanfermines

Por Lola Dirceu
Vuela el cohete a las ocho en punto. Suena obertura de cencerros. Doce cuchillos viajan a lomos de locomotoras de 500 kilos. Primera estación; Santo Domingo. En frenética carrera, tiran navajazos que buscan sangre de kalimotxo y también anatomías obedientes que se han acostado a su hora. Uno de cada 60 mozos terminará magullado; uno de cada 700 escuchará la música del ambulancia; sólo uno de cada 2.800 sentirá dentro el fuego del pitón.

Año tras año, la realización de la tele se afana en los ángulos que mejor detallen el peligro y el drama de los sanfermines. Cornamentas, cornadas, curvas, carreras, caídas, callejones, cataclismos, catafalcos de corredores... Un recorrido, cual caligrama, que se alitera en la c, que se afila como una cimitarra. Ostiones en curva en Mercaderes. Morlacos y mozos se incorporan, a duras penas, para enfilar el hectómetro de Estafeta. Se abren huecos, carreras limpias. La tele barre en panorámica. Entre la turbamulta, ya empiezan a destacar camisetas. La hay blancas. Las hay blancas, estampadas con vino. Pero las que fijan la atención son las de fútbol.

La vista se marcha, indefectiblemente, a las evoluciones de un menda que lleva la tercera equipación (verde, gris) del Barça; al pibe de Osasuna cuando tenía la publi de Rosado de Navarra, al tipo del Atleti el año que promocionaba pelis de Cerezo; a un par de dameros de la Selección croata; al atuendo de la Real Sociedad que anunció Kraft; al colega del Betis vestido por Kappa, al menda con la del Valladolid con publi de Helios, a tipos del Oporto, de River, de la Selección argentina, de Holanda, cómo no seguir con las pupilas una espantosa rojigualda con mangas azules del Valencia, con la serigrafía de Terra Mitica... Ni Franco hubiera aunado mejor la España de balompié y toros. También se perciben muchas camisetas de la Liga municipal de turno, patrocinadas por Agencia de Viajes La Trotamundos, Café Bar Hermanos Núñez o Dimas: chapa y pintura. Con todos ellos yo montaría un gol regañao cuando el encierro se acaba. El que pierde paga, y en San Fermín tiene que salir por un pico.

Muchos son los que en la patria chica de Hemingway se quieren hacer notar en ralentizados frames. Como el pamplonica Juan Pedro Lecuona uno de los mozos más experimentados. Este año corre con la camiseta de Miguel Torres, lateral suplente del Madrid y admirado adonis de gays y veinteañeras. Parece que el jugador le regaló la camiseta para que saliera zumbando con ella y él devuelve el favor sprintando cuando la tele se recrea en la entrada antes del callejón.

Tanta dádiva puede incitar a redoblar el peligro. El corredor se nota en la obligación de lucir camisola en prime time, pasearla entre los pitones cogiendo toro. El futbolista estará contento, a eso de las ocho, cuando prende la tele y sale su coleguilla (en honor a una presunta amistad) entre las cheiras de un Jandilla. Abogo por la integridad de los Sanfermines y que cada uno se viste con el reclamo que le dé la gana. Que la devoción o las deudas en el vestir no acaben hechas jirones o en ese ataúd en pretemporada que tiene las letras al revés. AICNALUBMA.

viernes, 10 de julio de 2009

The damned Brian Clough

Por Halftown
Supongo que dentro de poco se estrene en España "The Damned United", película inglesa surgida de la novela homónima de David Peace publicada en 2006. Se trata de una versión ficcionada de los 44 días que pasó el mítico manager inglés Brian Clough en el banquillo del Leeds United.

Independientemente del detallado estudio de la figura de Clough, resulta sorprendente la recreación de un fútbol antiguo, clásico, que realiza. Aquel Leeds de 1974 acababa de salir campeón de Inglaterra con Don Revie como manager. Sin embargo, de la misma manera que sucede en los últimos años con el Chelsea, el público percibía al Leeds como un ganador marrullero, tan exitoso como podrido. Si uno se acerca todavía hoy a cualquier estadio inglés -que no sea Elland Road- y le pregunta a los viejos del lugar por el Leeds de Revie, el comentario es unánime: daban patadas, protestaban, perdían tiempo, e incluso ha habido insistentes rumores de compra de jugadores y amaños de partidos. No win without honour.

Todo esto, dicho sea de paso, en una liga inglesa que poco tiene que ver con la globalizada Premier League que existe hoy. Un campeonato en el que los jugadores se emborrachaban antes y después de jugar al fútbol –alguno se vestía de corto todavía ebrio- y prácticamente todos fumaban, pero también un campeonato con estrictos códigos de honor, en donde el mismo Leeds United fue sancionado en una ocasión por reservar titulares en el partido anterior a un encuentro de Copa de Europa.

Inteligencia emocional

Precisamente cuando Revie asume el cargo de seleccionador inglés, Brian Clough acepta contra todo pronóstico la oferta del Leeds para sustituirle, con la secreta esperanza de cambiar el alma del equipo y convertirlo en un campeón respetado por la gente. El propio Clough al entrar en el vestuario de Elland Road por primera vez se lo dejó bien claro a sus nuevos jugadores: "podéis tirar vuestras medallas y trofeos, porque jamás ganasteis ninguno honestamente". Quién dijo inteligencia emocional.

Según pasan las páginas, la figura de Clough va fascinando al lector cada vez más. Un tipo que ascendió al Derby County y le llevó a semifinales de la Copa de Europa cuando sólo la jugaban los campeones de cada país. Un manager que en una ocasión se quedó a dormir en casa de un jugador que necesitaba decidir con la almohada si fichaba por el Derby County. Un entrenador capaz de acojonar a toda una junta directiva. Un padre de familia alcohólico. Un hombre que no creía en la suerte.

Unos años después, Brian Clough fue capaz de hacer bicampeón de Europa al tradicional rival del Derby County, el Nottingham Forest. Derby y Forest, dos equipos que hibernan hoy en la segunda división del fútbol ingles, crearon en 2007 el trofeo Brian Clough, que se lleva el ganador de cada partido que les enfrenta en liga o copa.

La última edición se disputó el pasado mes de febrero y acabó 1-3 para los de Derby, ahora entrenados por Nigel Clough, el hijo del mito. Me pregunto cuántas biografías de entrenadores actuales valdrán la pena ser leídas dentro de treinta años.

viernes, 3 de julio de 2009

Camisetas... de otra galaxia

Por Halftown
En estas calurosas noches de verano, una vez exprimida la última gota de la temporada 2008/2009 con el torneo de la galleta que montó la FIFA en Sudáfrica, nos quedan básicamente dos consuelos a los aficionados futboleros. Por una parte, están los fichajes, con la mayoría de equipos pegándose por jugadores en paro, promesas de YouTube o retales de última hora. Caso aparte es el del tito Floren, que contrata jugadores como cuando lo hacíamos en el PCFútbol años ha, en función de la nota media de cada futbolista.

Por otro lado está un tema mucho más interesante, que es el que hoy nos ocupa: los nuevos diseños de las camisetas para la temporada entrante. Precisamente cuando el PCFútbol daba sus primeros pasos, los equipos conservaban los mismos diseños de camiseta varias temporadas, y marcas hoy tan marcianas como Meyba o Hummel vestían a los más grandes.

De un tiempo a esta parte, en cambio, el marketing deportivo se ha dado cuenta de que había un filón en la venta de camisetas, y de esa manera, cada verano se renueva el stock con nuevos diseños basados por lo general en mínimas variaciones sobre el mismo tema.

Igual que en la categoría de fichajes, el premio de este verano en el apartado camisetas se lo llevan, si nadie lo remedia, las glorias deportivas que campean por España. La Galaxia Madridista 2.0 va a lucir un modelito de Adidas totalmente carente de originalidad: el molde es exactamente el mismo que lucirá la tercera equipación del Liverpool, por poner un ejemplo.

Por lo visto, el nuevo diseño es totalmente distinto de la de la pasada temporada. Para empezar, por incluir dos rayas amarillas, color que jamás ha sido propio del Madrid. Por otro, el cuello: adiós al cuello polo, y hola al cuello redondo. La web del club no podría explicarlo más claramente: “Por otra parte, la camiseta incluye un ribete amarillo, así como el cuello redondo al más puro estilo retro, como homenaje a la camiseta que vestía Don Alfredo Di Stéfano, el mejor jugador madridista de todos los tiempos.”.

Lo curioso es que, rebuscando en otra sección de la misma web, encontramos a Don Alfredo comentando que la nueva camiseta "Me encanta. La diferencia con la que yo vestía es abismal". O en otras palabras, el supuesto homenaje a la camiseta madridista de los 50 y los 60 se parece a ella como un huevo a una castaña.

Pero la cosa prosigue con una prosa que ya la quisiera para sí el mismísimo Vargas Llosa: “La nueva camiseta del Real Madrid ha sido diseñada para ganar. Para ganar en velocidad, en transpiración y en confort. El secreto está en la incorporación de las innovadoras tecnologías textiles de Adidas: Flow Mapping™ (nueva generación ClimaCool®) y ForMotion™ que la dota de mayor ligereza, movilidad y transpirabilidad.”.

Creo que alguna vez he comentado en estas líneas lo difícil que puede resultar verbalizar la creatividad sin caer en la ridiculez. El caso que nos ocupa debería aparecer en el libro de Kotler.

Luz tridimensional

Y la cosa sigue con los dorsales: “Para la temporada que se nos avecina, las camisetas llevarán los nombres de los jugadores y los números en negrita con efectos especiales complejos abarcando con sinergia todo el alfabeto. Diseñado para evocar la luz tridimensional con sutileza, este tratamiento también evitará la piratería. Cada letra y número llevará una marca de seguridad encubierta. Los nombres y los números son transfers aplicados con equipos calibrados de fusión de calor. Son extremadamente ligeros, tienen mucha elasticidad y son muy resistentes al agua y a las roturas”.

Es decir, cuentan una historia sobre efectos 3D para acabar diciendo que los dorsales se planchan a la tela como las rodilleras que nos compraban nuestras madres en las mercerías. Personalmente, me quedo sin duda con lo de "los efectos especiales que abarcan con sinergia todo el alfabeto". No sería capaz de decodificar el significado de la frase, pero espero que le encuentren un sitio en la Wikipedia al descubridor de sinergias alfabéticas.

Además, el Madrid muestra su inquietud sobre las copias piratas, que se pueden encontrar en cualquier mercadillo mundial a aproximadamente una décima parte del precio de la camiseta oficial.

Mi parte favorita de la nueva camiseta blanca, y espero que el lector esté de acuerdo, es el escudo del Estadio Santiago Bernabéu. En el vídeo adjunto aparece un alemán, diseñador de Adidas para más señas, que explica cómo un buen día se golpeó con la taza del váter y dio con la idea de crear un logo que sirviese de contrapeso al escudo del Madrid que va cosido a la izquierda de la camiseta. En lugar de colocar simétricamente el logo de Adidas, como haría un diseñador normal, él decidió sacarse un nuevo logo de la manga. El horror resultante de su delirio se ve en este clip de poco más de dos minutos.



Por supuesto que, como dice el slogan, vuelve la ilusión... y las sinergias alfabéticas Y es que los veranos sin ti no eran lo mismo, Florentino.