domingo, 30 de mayo de 2010

Esas camisetas malditas

Por Halftown
El otro día, cuando Inter y Bayern saltaron al césped del
Bernabéu para que Diego Milito se convirtiera en un mito neroazzurro, mucha gente se quedó sorprendida al ver aparecer a los de Van Gaal con una camiseta a rayas rojiblancas, totalmente distinta a la roja con babero blanco que habían llevado a lo largo de la temporada (y con la que habían ganado liga y copa).

Adidas, que lleva vistiendo al Bayern desde que Rummenigge era alevín, se inspiró en las equipaciones del Bayern ye-ye, y hasta incorporó en el cuello del nuevo diseño la frase “Legenden und Loyalität“ (leyendas
y lealtad), que viene siendo otra de esas paridas grandilocuentes como el famoso escudo del Bernabéu que ha lucido este año el Madrid (y que ha desaparecido en la nueva camiseta).

La marca de las tres rayas decidió que sería una buena idea adelantar el estreno de la camiseta 2010-2011 a tan señalado partido. El problema es que, después del partido, pocos aficionados del Bayern querrán comprarse una camiseta que huele a derrota.


La nueva camiseta del Bayern es inesperada, pero no ha llegado a causar ta
nto revuelo como la que causó la de 1995. Entonces el Bayern -con un Beckenbauer que ya había pasado de káiser a führer-, trajo a Jurgen Klinsmann, que venía a formar dupla de veteranos con el francés Papin. Para la ocasión, Adidas se descolgó con una equipación azulgrana, más propia del Crystal Palace que del Barça, que es recordada por la afición muniquesa como una de las más infames de la larga historia del club. A pesar de la pésima fotogenia de aquella camiseta, al final la cosa no les salió mal: se llevaron la UEFA del 96 y la Bundesliga del 97 (sí, Adidas mantuvo semejante espanto durante dos temporadas consecutivas, olé sus kartoffeln). Y es que cuando en un equipo juntas a Matthaus, Scholl, Kahn, Sforza, Papin y Klinsmann, juegan bien hasta con el traje tradicional bávaro.

Sir Alex contra la camiseta del Ojo Mágico


Aunque sin duda, en el peliagudo tema de las camisetas, la palma se la lleva, una vez más, Sir Alex Ferguson. Corría abril de 1996, y el United había conseguido no sólo recortar los diez puntos de diferencia que le sacaba el Newcastle de Alan Shearer apenas unos meses antes, sino ponerse seis puntos por encima de las Urracas. Los de Ferguson, que tenían un partido
relativamente fácil en Southampton contra Le Tissier y compañía, salieron a jugar con la segunda equipación diseñada por Umbro aquella temporada, un diseño gris con una greca extraña. Mirado de cerca, parece uno de esas imágenes 3D en las que se supone que al cabo de un rato tienes que ver aparecer un velero.

Al descanso, el United iba 3-0 abajo, algo insólito para un equipo en el que estaban las mejores versiones de Keane, Giggs, Beckham y Cantona. Fue entonces cuando Sir Alex tuvo una epifanía: el problema era de las camisetas, que camuflaban a sus jugadores con la grada, y así no había quien diera un pase a derechas.

Ni corto ni perezoso, el escocés ordenó a sus chicos que se pusieran la tercera camiseta, azul y blanca, y saliesen a remontar el partido.
Al final, los de Fergie perdieron 3-1.
El propio Lee Sharpe reconoció años después que, aunque la camiseta no ayudaba, la realidad es que no jugaron una mierda en aquellos primero 45 minutos en The Dell.

La camiseta gris, con la que el ManU ganó un partido, empató otro y perdió cuatro, fue retirada dos años antes de lo previsto y jamás volvió a ser utilizada. Sin ella, el United encadenó tres victorias seguidas para llevarse la Premier y una más para quitarle al Liverpool la FA Cup y conseguir el segundo doblete en tres años. El tercer gol del Southampton aquel 13 de abril, de Le Tissier, sería el último que encajaría Schmeichel aquella temporada.


Unos meses después, a principios de la 96-97, el United volvió a Southampton, esta vez de azul y blanco desde el minuto uno de partido. La cosa acabó como el rosario de la aurora: 6-3, set y partido a favor de los locales, vaselina para la Historia made in Le God incluida.




La camiseta gris jamás fue exculpada.

2 comentarios:

  1. La camiseta parece que no pero importa. Al loro con la 'negativa' de los jugadores de Barça de jugar con la mierda de segunda que había este año.

    Al final volvieron a la amarilla, la de las 2 últimas champions, por cierto. Si algo funciona, no lo cambies.

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  2. Alucinante Le Tissier. Una vaselina que constituye otra de sus genialidades. Por cierto, acabo de concoer el blog y debo deciros que tenéis un nuevo seguidory lector.

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