Escribo estas líneas sentado en la preciosa T4 madrileña, esperando a que me dejen embarcar. Hace apenas unas horas se ha caído un avión de Air France en mitad del Pacífico sin motivo aparente.
Los pasajeros comentan por lo bajini los detalles que se filtran del desastre e intercambian miradas de circunstancias. Yo, sentado con mi ordenador en las rodillas y sin haber hecho los deberes para la semana entrante, no puedo evitar acordarme de Dennis Bergkamp.
El delantero holandés, que mano a mano con Wenger llegó al Arsenal para devolverlo al olimpo del fútbol hace ya trece temporadas, es tan recordado por su elegancia como por su pánico al avión.
A lo largo de sus dos temporadas en el Inter y sus nueve campañas con los gunners, Bergkamp sólo jugó los partidos de casa en competición europea. En ocasiones especiales, como el Mundial 98 o la Euro 2000, el bueno de Dennis salía un poquito antes de Londres, y se plantaba en la concentración holandesa en barco o cruzando el Eurotúnel.
¿Qué le pasó a Dennis para negarse rotundamente a visitar un aeropuerto? Para entender su trauma, hay que remontarse a la temporada 88-89. Un veinteañero Dennis Bergkamp ha hecho olvidar a Marco Van Basten y es titular en el Ajax al lado de los Jan Wouters, Danny Blind o los hermanos De Boer. En aquel equipo, antes de la era Van der Sar, era titular bajo palos Stanley Menzo.
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A finales de temporada, se organiza la cuarta edición de un partido de exhibición llamado "Kleurrijk Elftal" (equipo colorido), en el que se pretendía que jugasen en casa las estrellas holandesas con raíces en Surinam, al más puro estilo Harlem Globetrotters. Sin embargo, a sus respectivos clubes no les pareció tan buena idea, y de esa manera los Ruud Gullit, Aaron Winter o Frank Rijkaard se quedaron en tierra. En lugar de su primer portero, el Ajax autorizó la presencia del segundo meta, Lloyd Doesburg.
A finales de temporada, se organiza la cuarta edición de un partido de exhibición llamado "Kleurrijk Elftal" (equipo colorido), en el que se pretendía que jugasen en casa las estrellas holandesas con raíces en Surinam, al más puro estilo Harlem Globetrotters. Sin embargo, a sus respectivos clubes no les pareció tan buena idea, y de esa manera los Ruud Gullit, Aaron Winter o Frank Rijkaard se quedaron en tierra. En lugar de su primer portero, el Ajax autorizó la presencia del segundo meta, Lloyd Doesburg.
El vuelo de Surinam Airways, con dieciocho jugadores de la Eredivisie holandesa a bordo, se estrelló cuando intentaba tomar tierra en el aeropuerto de destino. Ciento setenta y seis pasajeros murieron, entre ellos quince de los dieciocho integrantes de los "Kleurrijk Elftal". Ninguno de los tres supervivientes volvió a jugar con su club.
Al entierro de Doesburg acudió la totalidad de la plantilla del Ajax, incluido Stanley Menzo, que al final se había rebelado contra el club y había decidido volar hasta Surinam por su cuenta. Entre los jugadores que llevaron el féretro sobre los hombros estaba Dennis Bergkamp.
Cinco años después, Bergkamp superó su creciente aversión por los aviones, y cruzó el Atlántico con la oranje para jugar el Mundial 94. En uno de los vuelos que debían coger se difundió el rumor de que había una bomba en el equipaje. Algo en la cabeza de Dennis hizo click y lo que era reticencia temporal pasó a convertirse en fobia permanente.
A partir de entonces, añadió una cláusula a cada uno de sus contratos en la que se especificaba su negativa a disputar los partidos que no estuvieran a tiro de piedra de su casa. Los fans ingleses le bautizaron a su llegada a la Premier como The Non-Flying Dutchman (El holandés que no vuela). Poco tardaría Bergkamp en demostrarles que, en el fútbol, no hace falta avión para volar alto.
Cojonuda la historia. Enhorabuena
ResponderEliminarbuenisima historia si. Yo sabia que no volaba, pero no sabia porque, pense que era una fobia sin mas.
ResponderEliminarUn saludo
Un gran artículo. Igualmente conocía la historia dle miedo a volar de Dennis pero me ha gustado tu modo de visionarla desde un aereopuerto. Muy buen artículo.
ResponderEliminarUn saludo desde El Enganche. Te invito a que nos conozcas.
Encantado de conocer tu blog. Volveré.
ResponderEliminarInteresante historia. Ya que te veo puesto en aviones podrías hacer un post sobre el desdichado vuelo de la plantilla del Manchester United en el que milagrosamente sobrevivió Bobby Charlton para más tarde convertirse en campeón del mundo en el mundial de Inglaterra de 1966.
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