Hace unos días, la Gazzetta dello Sport se preguntaba, a medio camino entre el desconsuelo y la desesperanza, cómo era posible que ningún equipo italiano jugase los cuartos de final de la Liga de Campeones.
Así que los italianos decidieron hacer una comparativa entre las cinco ligas más importantes de Europa. En el gran total de factores valorados, el Calcio sale esquilmado: queda como cuarta liga de Europa por detrás de la Bundesliga... ¡y sólo ligeramente por encima de la Ligue 1 francesa!
Un segundo nivel de lectura da unos resultados tan sorprendentes para el aficionado como preocupantes para los señores que mueven los hilos del fútbol español.
Punto primero: la liga española, cuyos clubes han sido los que más títulos internacionales (12) han ganado en los últimos diez años, es la que menos ingresa por patrocinio en las camisetas. Los veinte mejores equipos de España reciben 42 millones de euros, por los 54 de los franceses, menos de la mitad que los ingleses (86) y, ojo curvas, lejos, lejísimos de los 104 millones que ganan los clubes alemanes por estampar logos sobre sus uniformes.
Punto segundo: la guerra del fútbol que se vive en España, una esperpéntica situación -inédita en Europa- en la que dos grandes grupos audiovisuales compiten por emitir los partidos, ni siquiera aumenta el valor de los derechos televisivos: 572 millones de euros reciben los clubes españoles, sólo por encima de los 406 de los alemanes, por debajo de los 635 millones que se reparten en la mediocre Ligue 1 y a años luz de los 1.350 millones de la Premiership.
Mea culpa
Podría justificarse el dominio inglés en las cantidades de dinero que mueve su campeonato, donde un equipo mediocre como el Manchester City se llevó a golpe de talonario a una estrella del Madrid el verano pasado. Intenten imaginarse a Van Persie presentado como nuevo jugador del Espanyol. Pues eso.
Y ahora, que el aficionado español entone el mea culpa.
Punto tercero: en España, sólo en un 74% de partidos se llenan los estadios, frente a un 75% de los franceses y un 91% de los ingleses, líderes una vez más. En ese sentido, se nota el descenso de equipos con aficiones fieles como Cádiz o Zaragoza, reemplazados por clubes de masa social fantasmagórica como Getafe o Almería.
Y, por si la falta de asistencia a los estadios fuese poco significativa, La Gazzetta nos ofrece un cuarto y último dato revelador: los españoles nos gastamos 45 euros de media en artículos de merchandising, muy por debajo, una vez más, de los hooligans ingleses, que se dejan 65 euros –un 44% más- por cabeza en memorabilia de sus equipos. Y no, la libra no vale un 44% más que el euro.
Resumen y conclusión, Spain is different… once again. Mientras la selección arrasa y los clubes españoles conquistan más títulos que nadie, la liga española ofrece un panorama preocupante, con clubes mal gestionados y aficionados apáticos. Si a todo lo mencionado unos párrafos más arriba añadimos la importancia de las inversiones del deprimido sector inmobiliario, la necesidad de pelotazos y opacas ayudas institucionales para la supervivencia de los clubes, y alguna que otra huida hacia delante abortada como la del Valencia CF, tenemos una fotografía bastante precisa de la inquietante realidad de nuestro fútbol.
Así que los italianos decidieron hacer una comparativa entre las cinco ligas más importantes de Europa. En el gran total de factores valorados, el Calcio sale esquilmado: queda como cuarta liga de Europa por detrás de la Bundesliga... ¡y sólo ligeramente por encima de la Ligue 1 francesa!
Un segundo nivel de lectura da unos resultados tan sorprendentes para el aficionado como preocupantes para los señores que mueven los hilos del fútbol español.
Punto primero: la liga española, cuyos clubes han sido los que más títulos internacionales (12) han ganado en los últimos diez años, es la que menos ingresa por patrocinio en las camisetas. Los veinte mejores equipos de España reciben 42 millones de euros, por los 54 de los franceses, menos de la mitad que los ingleses (86) y, ojo curvas, lejos, lejísimos de los 104 millones que ganan los clubes alemanes por estampar logos sobre sus uniformes.
Punto segundo: la guerra del fútbol que se vive en España, una esperpéntica situación -inédita en Europa- en la que dos grandes grupos audiovisuales compiten por emitir los partidos, ni siquiera aumenta el valor de los derechos televisivos: 572 millones de euros reciben los clubes españoles, sólo por encima de los 406 de los alemanes, por debajo de los 635 millones que se reparten en la mediocre Ligue 1 y a años luz de los 1.350 millones de la Premiership.
Mea culpa
Podría justificarse el dominio inglés en las cantidades de dinero que mueve su campeonato, donde un equipo mediocre como el Manchester City se llevó a golpe de talonario a una estrella del Madrid el verano pasado. Intenten imaginarse a Van Persie presentado como nuevo jugador del Espanyol. Pues eso.
Y ahora, que el aficionado español entone el mea culpa.
Punto tercero: en España, sólo en un 74% de partidos se llenan los estadios, frente a un 75% de los franceses y un 91% de los ingleses, líderes una vez más. En ese sentido, se nota el descenso de equipos con aficiones fieles como Cádiz o Zaragoza, reemplazados por clubes de masa social fantasmagórica como Getafe o Almería.
Y, por si la falta de asistencia a los estadios fuese poco significativa, La Gazzetta nos ofrece un cuarto y último dato revelador: los españoles nos gastamos 45 euros de media en artículos de merchandising, muy por debajo, una vez más, de los hooligans ingleses, que se dejan 65 euros –un 44% más- por cabeza en memorabilia de sus equipos. Y no, la libra no vale un 44% más que el euro.
Resumen y conclusión, Spain is different… once again. Mientras la selección arrasa y los clubes españoles conquistan más títulos que nadie, la liga española ofrece un panorama preocupante, con clubes mal gestionados y aficionados apáticos. Si a todo lo mencionado unos párrafos más arriba añadimos la importancia de las inversiones del deprimido sector inmobiliario, la necesidad de pelotazos y opacas ayudas institucionales para la supervivencia de los clubes, y alguna que otra huida hacia delante abortada como la del Valencia CF, tenemos una fotografía bastante precisa de la inquietante realidad de nuestro fútbol.
Esto todo debe de ser lo que se ha dado en llamar la grandeza y la miseria del futbol, digo yo.
ResponderEliminarpues a mi me parece que el dinero que mueve el fútbol es vergonzosamente elevado. Menos circo y más pan!
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